sábado, 3 de septiembre de 2016

Anda un amigo en medio de la noche...





                                      Wáshington Benavídes
                            

Anda un amigo en medio de la noche...
Anda un amigo en medio de la noche.
Han cerrado los bares. Las persianas
de acero bajaron con estrépito. Los gatos
deslizan apetitos. Anda la luna
por ahí, velada. Pasan coches y luces;
sobreviene, después, un silencio
que mueve la plantita en la cornisa;
silencio que hace un chambelán
de un grillo -del canto de ese grillo-.
Anda un amigo en medio de la noche.
No lo conozco. Y él no me conoce.
Andamos cerca o lejos, nos cruzamos
-acaso- en una calle. Compartimos
un ómnibus, un cine, un banco de una plaza.
Anda un amigo y ando yo que soy amigo
de ese hombre. En órbitas distintas
-nunca ajenas-. Pero vamos a hallarnos.

En medio de la noche o con la aurora
de rosados dedos, vamos a hallarnos.
Y tenemos que estar preparados a ese encuentro.
Por ahora, susurra el viento oscuro,
graznan letreros viejos y el grillo mete lima.
Ya no pasan los coches. Pasan restos de diarios
y un cartel liberado zapateando en el polvo.
Estoy seguro. Nos encontraremos.

De "Murciélagos" 1981

 
Canción de los lentes

                      El poeta envejece.
No ve la línea,
la delgada silueta
que, antes, veía.
                      La escritura le baila
una polkita;
se le van los matices,
las golondrinas.
                      Pero se puso lentes
y oh maravilla
se dibujaron netas
las golondrinas.
                      Apareció de nuevo,
-la delgadiña-
aquella del romance,
palabra limpia...
                      Los tipos de su máquina
la tinta china
por más que los limpiaba 
no aparecían...
                      Se arrimaba a la hoja
cuanto podía,
su nariz borroneaba
la letra fina...
                      Pero se puso lentes
y oh maravilla
volvieron las "corrientes"
las "cristalinas"...
                      Y releyó a Pessoa
y a Carlos Williams
y anduvo con Sabines
por la cornisa...
                      Ahora es un "cuatrojos"
es un "lenteja "
pero ve lo que escribe
y lo que piensa.

De "Finisterre" 1986

Elogio de la maga

Cuerpos desesperados del estío. 
Con el sexo vibrando en las cigarras; 
en úes de torcazas y guitarras
y en las fogatas alumbrando el río. 

El ojo que descubre lo prohibido, 
el halcón sobrevuela la ventana
y ve el flanco de púber porcelana
o de pura obsidiana.. Combatido

por el dogma, el prejuicio, la costumbre; 
la venda, la censura, el anatema, 
la letra púrpura, el auto de fe.. 

Todo por el hechizo y dulcedumbre
de la materia prima del poema.. 
Que aunque cierres los ojos, sigue en pie...

De "Poesía" 1959-1962


La revelación

Deodoro pisó el marco
de la puerta y allí quedó, tieso.
En la penumbra de la sala vislumbró
las visitas: ropas oscuras (faldas)
y, de pronto, (aparecida) vino hacia él
y le besó en la mejilla, una niña
vestida de blanco (zapatos, medias, 
falda) de pelo renegrido (en trenzas)
y ojos como azules.
Deodoro volvía de una -infructuosa- caza
de cardenales, en los talas del cerco.
Ante la niña, se le cayó el frasco de "pega-pega".
La jaulita vacía. Perdió los pies,
el pecho se le hizo humo, se le soltó la cabeza
como un globo con gas. Y si no se volvió,
allí mismo, en el marco de la puerta,
un montoncito de ceniza,
fue porque -todavía- le quedaban dos años
para soñar y despertarse
sudando frío en la madrugada.

De "Tía Cloniche" 1990


Oído en un teléfono

El poeta es un apóstata,
inevitablemente. Está
marcado para la apostasía
Su búsqueda incesante
le obligará a colgar
más de una fe en el perchero
(ni a César lo que es del César
ni a Dios lo que es de Dios)
Traspasará las puertas
de marfil 0 de cuerno
las del cofre-fort
las de la cabina telefónica
de la cabina espacial.
Descifrará en el palimpsesto
de los días
otros días que igualmente
fueron o serán suyos.
Traducirá las páginas etruscas
de las muchas realidades. 
El poeta es un apóstata. 
No tiene otra salida. Está
obligado a descubrir
lo que le espera a la vuelta
de la esquina. Y esto no le
acarreará
ni seguridad ni prestigio.
El poeta es un apóstata.
Pelada la última capa de la cebolla
debe imaginar la cebolla
                      platónica
que en un plato -fuera de su alcance-
                      lo espera
para recomenzar el trabajo
de quitarle una a una sus pieles
y encontrarse con otra cebolla
                      reluciente
                      idéntica a un lucero.
El poeta es un apóstata.
Debe serlo. Para acompañar
a los que se atreven por el salón
de los pasos perdidos
a los que conversan con sus sombras
a los que alientan desde una cárcel
la liberación de los hombres.
                        Poesía
                        se llama
                        Apostasía.

De Lección de exorcista" 1991


Prontuario

1
Soy un viejo que fía en sus neuronas,
un calamar sañudo, un nigromante;
mientras tiemblan las mitras y coronas
en la noche del lobo y del mutante.

2
Borges no puede verse en el espejo
porque se enfrenta al marco de un retrato.
No es sólo error del cristalino viejo
ni de un sensual oculto en un pacato.

3
Macedonio que esconde en un ropero
la bombilla de luz del pobre cuarto,
corrije, una vez más, su nacimiento,
harto de ser y de razón más harto.

4
John Donne oye disculpas de la dama
porque tus huesos con los suyos nunca
ató la crencha de color de llama;
bien que te dicen de la vida trunca.

5
¡Salud! Gonzalo de Berceo. El vino,
duras jornadas de cuaderna vía
escritas en román del paladino:
-Salva al pobre ladrón, Virgen María-.

6
Profesor de nostalgia y mal de amores,
del susurrado verso,Garcilaso.
Después vinieron otros resplandores:
Elisa o Isabel y aquel flechazo.
7
Bernart de Ventadorn, tú me enseñaste
la aflicción, la belleza del segundo;
del amor que no borra ni el desgaste
ni los ejecutivos de este mundo.

8
Pound permanece en Pisa y en la jaula,
sólo un soldado negro lo conforta,
Escribe, porque el hilo ya: se corta,
contra la usura, contra el falso, el maula.

9
Sabines ya no puede con la vida:
-hay tanta muerte, hay más que un mar de muerte!-.
El cacto permanece, no el suicida:
hay que arrancar la muela, hacerse fuerte.

10
En la tercera estrofa el verso cojo
denuncia el son que en el oído apaga;
y la muerte previene, cuando amaga:
-no mires mi puñal, mírame el ojo...

11
Soy un viejo que duda de su sombra
Que advierte su doblez y su ignorancia.
Escribo -alucinado- por constancia
y por una mujer que aquí se nombra.

De "El molino y el agua" 1993



UNO CORRÍA EN “LAS ESCONDIDAS”…

Uno corría en “Las Escondidas”
En la cancha embarrada
Y en el área de la pelota
Rutilante que venía para tu cabeza.
“Rajabas” de los policías en el campito
Cuando su iracundo dueño soltaba
 Su bulldog contra la sabandija
Que le estropeaba el pasto
A sus vaquitas…
Corría tras la enorme mariposa blanca
 Para ofrecérsela a aquella niña
 Judía pelirroja
Que no se allanaba ni para mirarle…
Corría tras la jardinera del pan
Aspirando su sacro olor a pan caliente
Corría con sus aparceros
Para atrapar el juego de las argollas
En el Parque Rodo, o sus hamacas
Peligrosas…
Corría en el recreo de la escuela
Sobre el patio-damero, como un alfil
Desacatado.
Corría adolescente en el Club de futbol
Que ayudó a ascender.
Seguía corriendo profesor y adulto
Con sus alumnos en los partidos liceales.
Corría aún, por entre pajonales y bañados,
 Tras la martineta, llevado por el olfato
 De la setter Flicka, velocísima y certera…
Y empezó a detenerse, pescando en el Lago
Del Rincón del Bonete, los pejerreyes luminosos,
Los “pintados” de fieras aletas…
 Y Reposó, al fin, en su cueva de nigromante,
Pasando de la Underwood heredada
A la computadora de mágico teclado.
Así, algo ruinoso, algo descuidado
En su compostura física, vino a caer,
 En un torpe accidente céntrico, rompiéndose
 La cadera y pasando a integrar
 El Club de La Pata Coja.
Ahora se recupera, intervención de por medio,
Terapeutas y la pequeña gran familia
Que lo levantó y sostiene (Nené,
Pablo, Camila y Joel),el aliento
Que le llega de alumnos, compañeros funcionarios y colegas,
De su actividad universitaria.
Pasan por sus ojos los mil y un
Milagros de los Juegos Olímpicos
De Brasil,
Sus piernas quietas, como dogos viejos
Dormidos junto al Amo.
Recuerda alguna escena del pasado
Cuando futbolista, cuando cazador de campo,
Cuando perseguía el último tranvía que
Alegró Montevideo o en la Parada arriesgándolo todo en los manubrios…
Por ahora pertenece al de La Pata Coja.
Pero mañana saltará en el área penal
Tras la esquiva y rutilante pelota…
(Wáshington Benavides hace recuento 
De andanzas y acechanzas. Agosto 2016)

 Wáshington Benavides Aliano (Tacuarembó, 3 de marzo de 1930) es uno de los poetas, considerado más importante de su generación.
Fue docente de literatura primero en Educación Secundaria y más tarde en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, dentro del Departamento de Letras Modernas. 




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